El rey de Europa busca la Copa del Rey ante la ilusión de Osasuna, que ha llegado a Sevilla sufriendo cada eliminatoria, pero sin nada que perder y todo que ganar. Los navarros disputarán el partido más importante de su centenaria historia ante un conjunto blanco que no pisa una final copera desde 2014, cuando la ganó con Ancelotti como entrenador y Bale como héroe. Mucho ha llovido desde aquella noche de Mestalla.
El Real Madrid juega ante Osasuna el que puede ser el primero de los cuatro partidos que realmente le importan en esta recta final de temporada. La Copa del Rey y la Champions son los dos grandes objetivos después haber patinado en la Liga. Los 14 puntos que le saca a los madridistas el Barcelona es un lunar que en el seno del club molesta y mucho. No obstante, ahora quieren hacer borrón y cuenta nueva para centrarse en esta final, donde pueden lograr el tercer título de la temporada tras la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, y en la Champions.
Sin duda, la gran novedad del Real Madrid para la final será la presencia de Alaba en el centro de la defensa. Ancelotti lo ha confirmado en rueda de prensa. La presencia del austriaco ante el Manchester City es capital, ya que Militao no podrá estar por sanción, pero esto no le dejará sin formar ante Osasuna, aunque pudiese ser un riesgo. El que también está bien es Modric, pero tiene menos opciones de formar de inicio en un once con muy pocas dudas.
Por otro lado, el protagonista de la final será Ancelotti. El italiano se juega mucho en este encuentro. La trayectoria en Liga tiene molesto al club. Si no gana la Copa del Rey y cae en la Champions, tendrá muy complicado cumplir el año de contrato que le queda en la entidad madridista.
La final soñada
Mientras que los blancos ven la final de Copa como una oportunidad, ya sin opciones en una Liga en la que se dejaron ir hace meses, Osasuna quiere dar un golpe de autoridad y sorprender al ser, a priori, el aspirante menos favorito. Pero jugarán la baza de la ambición e ilusión del que nunca ha sido campeón y sueña con alzar el primer título de la entidad.
Los de Jagoba Arrasate, como los blancos, han caído en dos de sus últimos tres partidos. Suman derrotas en las últimas dos jornadas, ante Real Sociedad (0-2) y el FC Barcelona (1-0). Ambos encuentros evidenciaron un problema con el gol de los navarros, que solo han convertido un tanto en tres jornadas. No obstante, aunque es el tercer equipo que menos goles (29) marca en Liga, es el conjunto de las cinco grandes ligas que más rentabiliza su escasa capacidad goleadora.
El técnico vasco deberá adaptar su sistema debido a la baja de Nacho Vidal en el lateral derecho, con el multiusos Moncayola preparado para ocupar una posición que ya le resulta familiar. Arrasate confiaría en su equipo tipo, con Aridane y David García en el eje de la zaga, con Juan Cruz en la izquierda. El trinomio Torro-Gómez-Oroz intentará llevar la iniciativa y el control, mientras que Rubén García, Abde y Kike García tendrá la responsabilidad ofensiva de su equipo.
Ambos equipos han transitado por caminos tortuosos antes de alcanzar la ansiada final de La Cartuja. Cuatro prórrogas y una tanda de penaltis agónica para eliminar al campeón en el caso de Osasuna y tres remontadas ante tres posibles candidatos -Villarreal, Atlético y Barcelona- en los blancos, son los argumentos de unos que conjuntos que ‘bailaron’ en el alambre en más de una ocasión.